El peruano y el chileno dieron una clase maestra de improvisación este domingo en Colombia. Sellaron la batalla con un interminable abrazo.
Las batallas de rap en español ya no son lo que eran hace unos años. Con una audiencia cada vez mayor, las competencias orgánicas en plaza dieron paso a espectáculos que ahora llenan estadios y tienen en los freestylers a figuras con cientos de miles de seguidores.
Para muchos, esta era una sucesión natural. Lo que se vivía en los parques de Chile, Argentina, México o Perú hace unos años era el nacimiento de un movimiento que hoy atrae a masas. Muchachos de menos de 20 años que ensayaban trucos nuevos y usaban la palabra como arma para ganar batallas por honor.
Con el freestyle convertido en algo parecido a una industria, el nivel tuvo un crecimiento exponencial, pero inevitablemente –para muchos– de alguna manera se perdió la frescura y la esencia del movimiento callejero. La improvisación pura, sin estar pendientes de cuánto se puntúa, de seguir una temática determinada, o simplemente golpear al rival.
Existe en redes sociales un debate desde hace un tiempo al respecto. ¿Ha muerto el freestyle? Hace precisamente referencia a cómo los grandes escenarios habían cambiado la forma de improvisar.
Pero este domingo 21 de agosto pasó algo que trajo un refresco de freestyle puro. El peruano Jaze y el chileno Teorema se enfrentaron en los octavos de final de God Level Todo o Nada en Medellín, Colombia. Fue la última batalla de la ronda, y desde que salieron al escenario abrazados, se podía ver que había un mood distinto en el escenario.
Jaze, por un lado, acostumbrado a hacer grandes minutos libres en la FMS Perú, mostró lo que sabe hacer. Juan Carlos logró conectar consigo mismo para fluir de mejor manera. Mientras que Teorema, con más tablas por los años en el circuito, mostró lo mejor de su estilo, pegando con rimas ingeniosas.